jueves, 17 de septiembre de 2015

Lechuga: Imprescindible

¡Lechuga, qué misteriosa verdura! Tan ligera y tan necesaria. Apenas sin calorías y con tanto sabor y personalidad. En el mundo de egos gastronómicos al que asistimos, ella sería un auténtico YO.



Sin la lechuga no existirían las ensaladas. ¡Impensable! Para hacerla todavía más grande si cabe, se ha descubierto que los alcaloides que contiene producen un efecto ligeramente afrodisíaco y, en infusión, nos ayuda a relajarnos y dormir mejor.


Hay muchos tipos de Latuca Sativa o lechuga. Romana, belga y francesa son algunas de las más recurrentes. Además de por su forma y el color, la diferencia entre variedades viene dada por los bordes de las hojas, que pueden ser lisos, ondulados o aserrados. 


La lechuga actualmente se cultiva todo el año y es muy resistente a los caprichos de la metereología. Ahora bien, puestos a elegir entre el frío y el calor, la lechuga prefiere las temperaturas bajas y tiene su tope climático en los 30 grados.


No admite en ningún caso la sequía pero tampoco el exceso de agua. Le gusta que la costrita superior de la tierra esté seca y el mejor modo de riego es por goteo. El clima mediterráneo y estos ligeros cuidados harán que florezcan lechugas ricas y tersas como las del huerto Bitte. 


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