domingo, 3 de abril de 2016

Maíz: Zea Mays

Paradojas de la vida. Cuando el maíz llegó a Europa los botánicos y naturalistas acogieron el entonces exótico producto con tanto escepticismo que creyeron que era una planta incomestible, cuando no venenosa. Poco tiempo después, sin embargo, el maíz se coló en los campos de toda Europa y sirvió para que todos comieran.





A pesar de lo apabullante de la planta, cultivar maíz en casa es más sencillo de lo que parece. No es muy exigente en lo que al lugar de cultivo se refiere, aunque son preferibles las tierras cálidas, suaves, con humus y que retengan bien el agua.


Se siembra en hileras, introduciendo 4 ó 5 semillas en cada agujero. Cuanto más espacio haya entre ellos, más grande y fuertes podrán ser las mazorcas.


Si no llueve, conviene regarlo una vez a la semana. Con el cuidado adecuado una hilera de cuatro plantas puede llegar a dar trece ricas mazorcas.


Octubre es la época de la cosecha. Hay que separar la mazorca de maíz de la planta y para evitar que se sequen los granos se mantiene al principio un tiempo dentro de las hojas que la envuelven.




La primavera es la época de siembra. Con el maíz se pueden hacer, por ejemplo, tortillas y con ellas sabrosas fajitas. El maíz es también un buen aliado en cualquier ensalada y si hacemos barbacoa,  una mazorca a la brasa será el acompañamiento perfecto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario