El litoral mediterráneo es la mejor zona de cultivo para esta delicada fruta originaria de China. El árbol tan sólo da frutos dos meses al año, y la temporada oficial concluyó con el fin de la primavera, así que aprovechemos los últimos nísperos que cuelgan del árbol para renovar nuestras reservas de fibra.
Los nísperos pueden ser desde amarillo pálido a naranja vibrante. Los de nuestro huerto son de la tonalidad más intensa.
El árbol del níspero es fuerte y resistente, puede llegar a medir un par de metros de alto, y es realmente bonito.
El níspero, de textura similar al mango, tiene que ser consumido en su grado justo de maduración. Si se pasa, no hay que preocuparse, porque puede aprovecharse para preparar mermelada, deliciosa para acompañar una buena carne.
Junto a su alto contenido en fibra, el níspero es rico en calcio y magnesio. Casi no aporta contenido vitamínico, pero esta característica queda de sobra compensada con su alta concentración de potasio, un mineral fundamental para el organismo.
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