martes, 7 de junio de 2016
Calabacín: la verdura más cosmopolita
Calabacín, zucchini, courgette o por su nombre científico, curcubita pepo, verdura universal, versátil y riquísima. Tanto da para hacerla al wok, rebozada, al vapor, marinada o al natural. Con un par de calabacines en casa, la mesa estará bien servida.
Verde siempre, de mayor o menor intensidad, y una flor naranja que es uno de los símbolos de la cocina de Italia. La flor de calabacín se prepara en tempura o rebozada, a veces rellena de mozzarella. Si bien preparado, asistiremos a un plato maravilloso. Ligero, exótico y evocador de grandes viajes gastronómicos por el corazón del campo italiano: la Toscana.
Si va a ser consumida, la flor del calabacín ha de cortarse antes de que se abra complementa. Tras la flor, brotará el fruto, consumido en todo el mundo. Los de España y Marruecos gozan de una gran reputación.
El calabacín, cuanto más pequeño mejor, ya que tendrá menos pipas y mejor sabor, y en todos los casos compacto al tacto, contundente y con la piel brillante.
El calabacín es un 90 por ciento agua, así que podremos comerlo y comerlo y olvidarnos del cálculo mental de kilocalorías. ¡Felicidad!
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